Hacer el Camino de Santiago es una experiencia maravillosa que resulta de lo más interesante para aquellas personas que quieran entrar en contacto directo con la naturaleza, encontrarse a sí mismos o sencillamente comprobar si son capaces de llegar a su fin.
Sin embargo, y como prácticamente la totalidad de las cosas en esta vida, no todo puede resultar maravilloso en esta experiencia. Es lógico que también puedan surgir problemas, especialmente cuando existen pícaros que quieren aprovecharse de la buena fe o de los descuidos de los peregrinos agotados tras largas jornadas de caminatas.
De vez en cuando, al dormir en los albergues, sobre todo para aquellas personas a las que no les resulta especialmente sencillo quedarse dormidos, la gran orquesta de ronquidos con la que se pueden encontrar puede resultar les insufrible y estresante.
Por lo tanto, si tienes problemas para dormir una de las cosas que no deben faltar en tu equipaje son unos buenos tapones para los oídos que te alejen de los “terribles” sonidos de los compañeros de fatigas.
Cuidado con los “pícaros”
Los albergues no son hoteles de 5 estrellas. Es mucha la gente que pasa por allí, la ropa de cama no es especialmente nueva y probablemente tampoco demasiado higiénica, por lo que no está de más llevar a los refugios pequeñas fundas de almohada, que además de no ocupar demasiado espacio, tampoco pesan y evitarán el contacto directo con la piel del peregrino.
Cualquier precaución es poca. Existe mucho pícaro que se aprovecha del descanso del peregrino, agotado por las largas caminatas y se encarga de hacerse con objetos del resto de compañeros de habitación.
Así que hay que tener mucho cuidado con este tipo de cosas, poner a salvo y vigilar las pertenencias. Aunque lo ideal es no llevar nada de valor durante la realización del Camino de Santiago, de esa forma evitarás disgustos.
El papel higiénico siempre en la mochila
Otro elemento imprescindible en la mochila es un rollo de papel higiénico. Aunque los albergues obviamente cuentan con ello, podrías llevarte la sorpresa de que se haya acabado...
Aunque el camino se realice a pie, si se cuenta con coche de apoyo no se podrá pernoctar en los albergues. Habrá que buscar lugares alternativos para descansar, o por el contrario, buscar lugares en los que se puedan montar tiendas de campaña.
La peor época del año para el camino de Santiago es la que va de noviembre a marzo, especialmente si se va a hacer en bicicleta, ya que existen numerosas zonas con charcos y barro.
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